Llego a Salvatierra y me encuentro el albergue cerrado. Llamo a la oficina de turismo y solo abren por la mañana, los domingos. Señores del ayuntamiento, pongan al menos un número de móvil al que llamar !!!. Como no me veo durmiendo debajo de un puente, o en un cajero, busco alternativas. Y encuentro una estupenda: casa rural Zadorra. Regentada por Yolanda y Arturo ( y por Txistu, un pastor vasco precioso) resulta ser un lugar formidable. Ellos son encantadores y muy serviciales: me dan todo tipo de información sobre el entorno, secan la ropa que previamente habia lavado y que no parecía que fuera a secarse antes de Navidad, y me ofrecen un desayuno estupendo. La casa, muy bien decorada y limpia. Y todo a muy buen precio. Así que en parte me alegro de que el albergue estuviera cerrado.
Hoy toca lluvia, no muy fuerte pero constante. Pongo a prueba la tecnología textil, funciona perfectamente y camino seco (por dentro).
Llegándo a Vitoria, ya se ve al fondo. Si queréis saber por qué se llama la Llanada Alavesa, mirad las fotos. Es totalmente llano, aunque de vez en cuando te encuentras con una pequeña colina y una ermita en su cima.
lunes, 27 de mayo de 2013
Salvatierra-Vitoria
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Ya te digo, Ramón!!!
ResponderEliminarAsí hago el camino hasta yo.
Buen viaje,
Patricia