21.06.2015 - Camponayara-Trabadelo: si ayer decidimos salir desde Ponferrada y quitar kilómetros a la etapa de hoy fue también para quitar kilómetros a la etapa de mañana, ya que se llega a O Cebreiro. En la web de Eroski-Consumer la etapa Villafranca del Bierzo-O Cebreiro tiene 28,4 kilómetros, además de la famosa subida a O Cebreiro (1.200 mts de altitud). Mi recomendación es que no se haga así salvo que se esté realmente bien preparado físicamente, ya que a la duración de la etapa se une la subida a O Cebreiro y, en los meses estivales, el calor. Es mejor recortar la etapa de O Cebreiro, comenzando en, por ejemplo, Trabadelo, si no se quiere sufrir más de la cuenta.
Salimos al Camino, hace mucho calor. Es el momento de comprobar si todas las vueltas al pantano de Nuarbe para entrenar el Camino han servido para algo. Aunque no fuera así al menos han sido muy placenteras y divertidas.
Los cerezos están cargados de cerezas, de vez en cuando paramos para comer unas cuantas, están estupendas. Llegada a Cacabelos, pueblo muy bonito. Nos paramos en la ermita de San Roque, que está repleta de imaginería religiosa, y además de sacar unas fotos aprovechamos para sellar la credencial.
Llegamos a Villafranca del Bierzo, precioso pueblo con un castillo importante a la entrada.
El pueblo es muy bonito, callejeamos un poco antes de parar a reponer fuerzas. Nos enteramos de que tiene playa fluvial y nos pegamos un buen baño, aunque el agua está helada.
Comemos algo en la plaza mayor y aunque hace mucho calor seguimos camino, ya que tenemos que llegar a Trabadelo. El termómetro marca 35º y transitamos por un camino asfaltado que devuelve el calor multiplicado por 3. Una tortura, cero sombra y cero brisa, caminamos paralelos a la carretera que tampoco es agradable. Con gran esfuerzo llegamos a Pereje, nos sentamos en una terraza a la sombra que más nos parece un oasis y pedimos 4 aquarius (2 para cada). Nos tomamos nuestro tiempo para recuperarnos, llevamos buena carga de kilómetros y calor, hoy.
Nos ponemos en marcha de nuevo para llegar a Trabadelo, pueblo con todos los servicios. Nos aconsejan el albergue Camino y Leyenda, regentado por Anita Dinamita (si, es así) y Pío. Precioso albergue bien amueblado y equipado, decoración exquisita, biblioteca y un trato excelente por parte de los hospederos.
Buena ducha, plátanos, un par de cervezas y salimos a cenar. Embutido leonés, queso y otras delicatessen del estilo. Para terminar la jornada entramos en un hotel-gastropub, El Puente Peregrino, que llama nuestra atención por su decoración. Resulta que fabrican orujo de todos los colores y sabores, probamos el de hierbas y el de lavanda. Buenísimos, los dos, entran de maravilla.
Volvemos paseando al albergue, es tarde ya (en horario peregrino) y toca dormir y recuperarse para la jornada de mañana.